Sofía Toro y Ángela Pumariega: Desafío Tokio 2020

12 mar Sofía Toro y Ángela Pumariega: Desafío Tokio 2020

Las regatistas, oro olímpico en Londres 2012 junto a Tamara Echegoyen, unen sus destinos en 470 en la lucha por los Juegos

Salen del mar, donde ya hace mucho que se conocieron y compitieron y ganaron, y rigurosas sacan su barco, su 470, y lo limpian escrupulosamente, lo liberan de arena, le dan el último azote de agua de la jornada, dulce en este caso, y ordenan minuciosamente los aparejos. La misma disciplina debe haber en tierra que en el agua. Y de eso, y de trabajar sin condiciones para alcanzar el éxito, poco se les puede enseñar a Sofía Toro (A Coruña, 18/8/1990) y Ángela Pumariega (Gijón, 12/11/1984), que lograron el oro olímpico en vela en clase Elliot 6m en los Juegos de Londres 2012 junto a Tamara Echegoyen.

Ya no pudieron repetir su historia en Río 2016. Para empezar quedó fulminada la clase Elliot. Así que cada una tomó un camino. Toro y Pumariega se fueron a 470. Ambas como patronas, pero cada cual con una pareja. Echegoyen se decidió por el 49er FX. Las dos primeras no alcanzaron Río, mientras que la orensana hizo un cuarto puesto y diploma en aguas brasileñas. Claro, en el deporte, como en todo en la vida, la historia sigue adelante y lo pasado, pasado está.

Los destinos de Toro y Pumariega se vuelven a reunir con la ilusión puesta en Tokio 2020. Un binomio, todavía hoy paciente porque deben ajustar el equipo y echar muchas horas en el mar después de cuatro años separadas, que promete grandes regatas. Las regatistas atienden a Visibilitas y reflexionan sobre su reencuentro y sus planes, que obviamente tienen un horizonte olímpico en aguas japonesas.

Ángela Pumariega y Sofía Toro

ÁNGELA PUMARIEGA Y SOFÍA TORO REVISAN SU UNIDAD

«Después de la campaña de Río, yo llevaba unos meses sin tripulante e intentando buscar a alguien para navegar y empezar otra campaña olímpica. Pero no tenía a nadie con quien me ilusionara para poder seguir. Sabía que Ángela estaba en la misma situación y empecé a preguntarle sobre qué iba a hacer ella. Bruno Gago, el director técnico de la federación gallega de vela, me insistió en que probase a navegar con ella de tripulante. Le llamé por teléfono y se lo comenté. Al principio yo creo que se lo tomó un poco a broma. Empezamos a verle cosas positivas que podíamos tener y puntos fuertes. Y decidimos probar en Vilagarcía de Arousa», cuenta Sofía Toro.

Relata Ángela Pumariega sobre el punto en que se encontraba cuando le llegó la propuesta de su hoy compañera que «no encontraba un equipo para asegurar el estar al ciento por ciento y dedicarte a ello durante cuatro años, siendo esto tu primer objetivo. No me había planteado el cambiarme de posición, de hecho había sacado unas fotos a mis barcos para ponerlos a la venta. Y fue justo cuando Sofi me llamó y, como decía, al principio me lo tomé a broma y le dije: ‘Cómo voy a ser tripulante si peso poquísimo’».

La asturiana señala esa cuestión como uno de los puntos débiles del nuevo proyecto: «El único punto débil es como digo mi peso. Normalmente, el tripulante en 470 es alto y la chica pesa entre 65 y 70 kilos y a mí me faltan más de diez. Tendremos que suplirlo con mucho más gimnasio. Y en mi caso tengo que empezar de cero en mi rol; me falta experiencia, pero supongo que con horas cada vez será menos débil ese punto».

La propia Pumariega desgrana como puntos fuertes del tándem que «nos conocemos y ya hemos hecho una campaña olímpica juntas; y otra separadas. Sabemos lo que hay que trabajar y cuál es el camino que va al éxito. También las dos tenemos claro cuál es el objetivo. Y las dos, con nuestros roles, creo que podemos compenetrarnos bastante bien».

Un proyecto ilusionante que echa a navegar

Tokio es el gran objetivo, pero ambas tienen claro el trabajo y los planes que se marcan a corto y medio plazo. Explica Toro que «nos pusimos a navegar en cuanto hablamos. Sabíamos que nos hacían falta muchas horas solas. Entrenar muchas cosas dentro del barco de comunicación y de que Ángela se adaptara al nuevo rol. Queda una plaza libre para entrar dentro del equipo nacional y cuentan tres regatas: una que fue a finales de diciembre, a la que nosotras no fuimos porque todavía estábamos empezando; la Olympic Week de la Comunidad Valenciana, en la que estamos, es la segunda y es campeonato de España; y la siguiente es el Trofeo Princesa Sofía. Sería muy buen resultado entrar dentro del equipo nacional, pero también sabemos que es complicado porque acabamos de empezar. En todo caso, estas pruebas en España nos van a dar experiencia en regata y el poder probar con otros barcos. Luego, tenemos muchas seguidas en Europa hasta verano así que podremos sumar horas».

Sabemos lo que hay que trabajar y cuál es el camino que va al éxito y tenemos claro cuál es el objetivo

Entrar en el equipo nacional garantiza una ayuda importante en las logísticas y los desplazamientos. No sería un problema no acceder, pero nunca están de más las ayudas en la vela. Entienden que hoy todavía es una pretensión ambiciosa, pero consideran que los equipos españoles en su clase y categoría no les quedan muy lejos.

«Nuestro objetivo tiene que ser ahora entrenar muchas horas. Ir mejorando y ser competitivas. Y luego todo esto vendrá. Hay que centrarse en objetivos más como de ejecución, de salir bien, de hacer cosas bien durante la regata. Ahora tenemos que ser bastante pacientes. Sofía estaba acostumbrada a unos puestos durante las regatas y ahora seguramente fallaremos más. Tenemos que ir intentando cometer los menos errores posibles y volver a ser equipo, porque estuvimos cuatro años separadas y hay que volver a compenetrarse», desarrolla la asturiana.

Considera Sofía en cuanto al panorama actual nacional en la clase que «ahora no hay muchas chicas navegando. Después de la campaña de Río, hay menos equipos. Aquí en Alicante somos tres equipos: Bárbara Cornudella y Sara López, que fueron a los Juegos de Río y son las que vemos más fuertes pues no han parado y han cogido mucha experiencia; y están Aurora Miquel y Andrea Doreste, con las que hemos entrenado y creo que nosotras tenemos más experiencia en 470 que ellas, pero nos acabamos de juntar».

 

Ángela Pumariega y Sofía Toro

Hay que buscar apoyos para Tokio

Cuestión fundamental en la vela son los apoyos, los patrocinios y colaboradores para desarrollar una campaña olímpica. Se precisan barcos, velas y materiales nuevos. Un volver a empezar a tocar puertas para respaldar el desafío hacia Tokio. «Sé que nuestros clubes —Toro es del RCN A Coruña y Pumariega del RC Astur Regatas— y la federación gallega nos está apoyando. Hemos empezado un proyecto nuevo. Hay que ver cómo encajan nuestros antiguos patrocinadores o colaboradores en el proyecto, pero seguramente tendremos que empezar a buscar otra vez y presentarlo de cara a Tokio. Tenemos que intentar encontrar patrocinadores que nos ayuden durante cuatro año».

Nuestro objetivo tiene que ser ahora entrenar muchas horas. Ir mejorando y ser competitivas

El proyecto Toro Pumariega Sailing Team tienen buenos fundamentos: se reúnen dos medallistas olímpicas de oro, que además han navegado juntas, pero también han sido rivales. Una historia bonita que garantiza visibilidad. «Hemos vivido muchas experiencias juntas. Hemos ganado muchas cosas juntas y también hemos perdido otras o nos hemos quedado a las puertas de otras. Hemos navegado por muchos sitios y tenemos muchas cosas que nos unen», defiende Toro.

«Comparando las campañas de Londres, en la que ganamos el oro, y la de Río, para donde ninguna de las dos nos clasificamos, te das cuenta de lo difícil que es sólo llegar a los Juegos. Es algo que te hace valorar que ni si quiera fuimos. Y eso ayuda a motivarte: tanto ver una foto de Londres y lo que hicimos como el vernos que no fuimos a Río. Para Tokio, nos queda mucho trabajo por delante, pero tenemos una motivación extra respecto a otros equipos».

http://www.visibilitas.com/vela-toro-pumariega-entrevista/

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