06 dic La nueva Sofía Toro
Esta primera semana de diciembre hablé con dos gallegas cuyas vidas han cambiado mucho en los últimos tiempos. Las dos son triunfadoras en sus respectivos trabajos y ambas tienen menos de 30 años. Me refiero a la deportista Sofía Toro y a la actriz María Mera. Con la medallista en los Juegos Olímpicos de Londres hablé sobre sus posibilidades de estar en la cita de Río de Janeiro y sus problemas para encontrar patrocinadores, y con la inolvidable Vanesa Viaño en la serie de Voz Audiovisual Matalobos sobre su reciente maternidad. Empiezo con Sofía, que me pareció una nueva Sofía. Más madura, más mujer, más delgada? Es increíble, ya transcurrieron casi cuatro años desde que ella y Tamara Echegoyen se convirtieron en las únicas gallegas de la historia con medalla de oro olímpica. Un hito que va a ser muy complicado de igualar. «Pasaron muy rápido, parece que fue ayer cuando estábamos peleando por el triunfo», comenta Sofía, que reconoce que sí, que cambió mucho desde entonces. «He madurado bastante porque me cogió muy pequeña, tenía 21 años. He aprendido a ser más profesional porque ahora tengo que ocuparme de muchas más cosas. Antes estaba en un equipo en el que entre la federación y mi compañera Tamara hacían casi todo, pero ahora soy la patrona y la responsabilidad es mía tanto en el mar como en tierra con la parte logística, los presupuestos…», relata. Cambios mentales y también físicos. Salta a la vista. Adelgazó nueve kilos. «Antes navegaba en una clase en la que era mejor el mayor peso posible y ahora es preferible que el peso lo lleve el tripulante y no la patrona. Es bastante habitual en este deporte cuando cambias de categoría. No me costó demasiado. Varié la forma de comer y fui poco a poco, sin prisas. Una vida sana sin excesos y procurando evitar las grasas», comenta sonriente la campeona olímpica.
En busca de patrocinadores
Me cuenta que para estar en los Juegos Río hay que superar varias fases, lograr la plaza para España y después ser el mejor equipo nacional en la clase 470. «Es difícil, pero hemos dado un salto grande en el último mundial, donde ocupamos el puesto catorce y nos quedamos a las puertas de obtener la plaza para nuestro país. Somos seis parejas, pero hay tres que tenemos opciones», explica. Las próximas citas destacadas son el campeonato del mundo en Argentina y el de Europa en Palma de Mallorca. Pero al margen del aspecto deportivo existe un hándicap importante, el económico. «Necesitamos patrocinadores. Tenemos muchísimos gastos y se nos acabó el patrocinio del Ayuntamiento de A Coruña por el aniversario de la primera exposición de Picasso. Fíjate que tenemos que mandar el barco en un contenedor a Argentina y como no da tiempo a que esté aquí de vuelta para la prueba de Palma tenemos que alquilar uno, cuando la mayoría de equipos tienen dos en propiedad. El problema es que estoy más pendiente de buscar recursos en tierra que centrada en el mar, que es en lo que tenía que estar. Es la gran diferencia entre los meses antes de los Juegos de Londres y ahora. Si no nos sale algo tiraríamos tres años de esfuerzo por la borda», confiesa la nueva Sofía Toro. Si alguien quiere colaborar con la joven deportista puede ponerse en contacto con ella a través de su web www.sofiatoro.com. Otra medalla está en juego.
Con la pequeña Dalia
Sofía solo tiene ojos para los Juegos de Río de Janeiro y María para su primera hija, Dalia, que acaba de venir al mundo «Foi a mellor experiencia que tiven na miña vida. Dende logo por máis que queira non habería palabras para describir o que se sinte, hai que vivilo. Xa sei que soa a tópico pero é así», comenta con emoción mientras le da el pecho al bebé, «Despois do parto e o máis bonito que estou vivindo está sendo darlle o peito», confiesa María, muy agradecida a los profesionales sanitarios que la atendieron. «En el hospital clínico de Santiago fixeron que en cada segundo me sentirá arropada e sen medo. Tanto a eles como a miña matrona Marta, grazas porque fixeron que esta bonita experiencia fora inmellorable». Dice que fue un parto de libro. «Natural, coma eu quería, e con mi marido (Ghaleb Jaber Martínez) al lado, que me deu tódalas forzas e amor do mundo. Saía de contas o 16, e Dalia veu o 17 ás 18.34 da tarde. Cando ma puxeron no meu peito por primeira vez… Foi algo máxico», recuerda. En el 2016 que ya asoma por el horizonte veremos si María y Sofía van a por la parejita, una de hijos y otra de medallas olímpicas.
La Voz de Galicia: Pablo Portabales
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