05 ago «Todavía puedo sentir lo feliz que estaba todo el mundo»
La regatista coruñesa no olvida el torrente de emociones que se desencadenó tras su éxito en Weymouth
Se encuentra de vacaciones lejos de Galicia, pero a través de las redes sociales no se ha desconectado de todo lo que ya está sucediendo en Río. Sofía Toro (A Coruña, 1990) reconoce que siente pena por no poder estar en los Juegos Olímpicos de Brasil y asegura que todas estas imágenes han humedecido sus recuerdos de Londres, donde alcanzó el cielo, donde se vistió de oro.
-¿Qué se palpa cuando uno vive unos Juegos desde dentro?
-Para mí fue la experiencia de mi vida. Estos días no paro de acordarme de cada día que pasé en Londres. Desde nuestra llegada a la villa de Weymouth hasta cómo cambiamos aquel lugar tranquilo y apartado del epicentro de los Juegos para quedarnos en la villa del parque olímpico y disfrutar de la ceremonia de inauguración.
-¿La ceremonia de apertura fue tan espectacular como pareció?
-Fue increíble. Nos vestimos con el uniforme y estábamos rodeados de deportistas famosos, a los que ves por televisión y admiras, y después comenzamos a caminar desde la villa hacia el estado olímpico y había un montón de gente durante todo el recorrido que nos iba aplaudiendo y haciendo fotos. Es espectacular. De pronto, eres el foco de todas las miradas. Se me quedó cada metro grabado en la memoria.
-¿Decidieron ir pese a que empezaban a competir muy pronto?
-Sí, dos días más tarde teníamos las primeras regatas y para nosotras [La pontevedresa Támara Echegoyen y la gijonesa Ángela Pumariega eras las otras dos tripulantes del Elliot de seis metros con el que ganaron en la modalidad Match Race] era un tute movernos desde Weymouth hasta Londres. Pero hablamos con varios entrenadores del equipo español de vela y nos recomendaron que fuésemos a la ceremonia, que disfrutásemos de cada minuto y de cada momento de los Juegos, porque es una oportunidad única.
-Y ahora, con la perspectiva que da el paso del tiempo y la certeza del resultado que consiguieron, parece que acertaron.
-La verdad es que nos transmitió una energía especial. Creo que nos dio motivación, nos hizo sentir que habíamos llegado lejos. Pero no sólo fue la ceremonia de apertura. Ya en España fuimos con todo el equipo olímpico a las recepciones de la Moncloa y Zarzuela…
-¿Y cómo ve las opciones de Támara Echegoyen de conseguir otra medalla olímpica?
-Hace poco nos hacían una entrevista a las dos a la vez y comentábamos la gran campaña olímpica que ha realizado junto a Berta [Betanzos]. Forman un gran equipo y están rodeadas de un buen número de profesionales que les han ayudado a crecer con velocidad. Para mí son las favoritas, pero en unos Juegos evidentemente están las mejores tripulaciones del planeta y siempre será complicado que puedan demostrarlo.
-Dice que recuerda Londres como si fuera hoy, ¿qué me puede decir del momento en que tocó el primer peldaño del podio?
-Por encima de otros recuerdos, todavía puedo sentir cómo me recibió La Coruña y lo feliz que estaba toda mi familia, todo el mundo.
-¿Le da pena no estar en Río?
-Sin duda. Veo por las redes sociales un montón de imágenes que suben los deportistas que ya están en la villa y te entran unas ganas enormes de volver a pasar por esa experiencia.
-¿Tiene ya Tokio2020 entre ceja y ceja?
-Antes de nada tengo que centrarme en el Mundial del año que viene y lograr resultados para poder tener una beca. Sin eso, será muy complicado.
-¿Siente que se olvidaron pronto de su oro?
-Siento que en estos cuatro años no podía pagarme un entrenador.
La Voz de Galicia: Antón Bruquetas
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